lunes, 21 de abril de 2008

Estética de Nuevos Territorios

PROXIMIDADES.
La proximidad como primera instancia en la formación del sujeto-ciudad.


Todo humano en la totalidad de su constitución bipartita, siendo y estando, pertenece a un lugar, este puede puntualizarse en un primer aspecto como proximidad.
Esta proximidad como ese punto clave, es definida a manera de “Estación Central”, desde la cual cada individuo es capaz de reconfigurarse diariamente, ya que desde allí tienen lugar los momentos iniciales y se vivencian los instantes finales del diario coexistir, ambos puntos inherentes a la constitución de ciclos continuos que fundan una denominación de tiempo total.

En esta Estación se da lugar a una constante reprogramación, en la cual se corrigen fallas y errores, se analizan situaciones, se generan nuevas modulaciones de la imagen tanto visible como invisible.
Esta se encuentra necesaria para armar incesantemente la dualidad del humano, poder evaluar sus percepciones, reivindicando lo sensorial e incluso lo sensual, siendo un lugar que genera placer a los sentidos al ser percibido y que a su vez es morada de una infinita cantidad de recorridos mentales que conciben nuevas conexiones del pensamiento. Estas “nuevas conexiones” son las que permiten relacionar lo exógeno al ser, creando lasos de identidad y propiedad con el entorno en diferentes niveles de proximidad; inmediato, siguiente, cercano, intermedio, medio, separado, lejano y remoto. La relación dada entre el ser y la proximidad inmediata, se encuentra claramente delimitada por barreras tangibles que como una muralla al castillo, defienden el interior de posibles amenazas. En este caso se vela por mantener la intimidad del ser/estar y su necesidad de ampararse en un lugar cerrado.

Se introduce a la proximidad como partidor, momento clave en la configuración de comunidad, sin establecerse el ser así mismo, le será imposible constituir estados de sociedad mas complejos, correspondientes a las prolongaciones y propagaciones, que a través de recorridos, en primer lugar mentales e intra-reflexivos, deben evolucionar y desencadenar momentos inter-reflexivos, en los que se empiezan a reconocer los seres a través de los otros. Al reconocerse en los otros, es posible generar procesos de comunicación que ayudan a comparar y poder llevar a cabo diagnósticos propios de lo que sucede cuando se es y se está como se anhela y desea.

· Estación como paraje donde se hace un alto en el viaje, teniendo este viaje como el devenir humano, un constante perfeccionamiento.
· Tiempo total, duración en vida de cada ser.
· Imagen invisible, correspondiente a un imaginario propio de la configuración del humano en el ser.
· Lugar cerrado, lugar íntimo plenamente controlado, dando la mayor sensación de dominio sobre la proximidad.

Mi proximidad. Este primer lugar en mi existencia es ese lugar donde me reconfiguro día a día, ya sea en apariencia o como el lugar donde llevo a cabo la mayoría de mis reflexiones. Vivo en este espacio la mayoría de mis noches y mis mañanas, el inicio y el final de cada día, permitiendo así la conformación de pequeños ciclos que van constituyendo mi vida.
Mi espacio habla de lo que soy y a la vez me sirve de resguardo, protege mi intimidad, siendo característico que la mayoría del tiempo me encuentre con la puerta cerrada, siendo solo "abierto" a pocas personas.
Este espacio genera recorridos dominados por un elemento de tensión que es la cama, todo gira en torno a ella, siendo este elemento en el que se da la mayor permanencia.
Dentro de esta proximidad se pueden identificar, en este caso particular, diferentes elementos que cumplen la función únicamente de ser contemplados, se ven con nostalgia como componentes de momentos que ya no son. Realmente son menos los elementos que uso constantemente, estos sirven para transformar mi estar y en otros casos para alimentar el ser.
El espacio que se configura es para ser percibido, debe ser agradable a la mayoría de los sentidos, atrayente a la vista, de buen olor, con sonidos atractivos y de cómoda temperatura.









Distinciones entre lo móvil y lo quieto.


En ese primer entorno denominado como proximidad, podemos reconocer 2 instancias expresadas como lo móvil que es permeable, transformable y por otra parte lo quieto que es estático y permanente.


Móvil: Los elementos móviles componen el interior de la proximidad (en este caso particular), son los encargados de articular los cambios y transformaciones de primera instancia del sujeto-ciudad. Estos factores dan identidad al espacio, escogidos cuidadosamente por el ser, son percibidos para el goce de los sentidos o en algunos casos se comportan además como facilitadores. No solo pueden identificarse como el mobiliario que conforma el paisaje del espacio, sino también como las sensaciones presentes en el lugar, los olores, tonos de luz y sonidos que dan personalidad al contenido próximo. Lo móvil tiene su mayor expresión en cuanto la relación con el habitante es más directa, por ejemplo el armario se convierte en el elemento más dinámico de esta instancia. Se puede denominar a lo móvil como el contenido.




Quieto: Dentro de esa proximidad existen relativamente pocos elementos que son permanentes, no mutan, se transforman o se mueven. Identificados como los bienes inmuebles que contienen lo móvil en su interior, son el espacio en blanco dentro del cual se pueden generar diferentes configuraciones de la intimidad, basan su función principalmente en albergar los elementos móviles y evitar que sea expuesto su interior. Además se puede agregar que la mayoría de elementos del contenido, son solo para ser vistos como recuerdos, estos no cambian ni se mudan. Se puede denominar a lo quieto como el contenedor.








PROLONGACIONES.


Las prolongaciones dadas como la instancia comunicacional en la formación del sujeto-ciudad, el sujeto como un ser de sociedad.

Se afirma entonces que el hombre como cuerpo quiere definirse desde referentes matéricos, siendo así, ¿Desde dónde se define ese hombre imperceptible por los sentidos, el que es? Corresponde por tanto a la materia ser vehículo del ser; lo que es, se comunica solo a través del estar, únicamente esa capacidad de aflorar y percibirse por otro le brinda validez a la idea de diálogo, esa necesidad de transmitir la idea, ese constante brotar de conexiones propias de cada ser-estar. Para posibilitar esta comunicación es necesario que el ser interprete para si lo que percibe, convierta sensaciones en pensamientos y los desarrolle a través de la reflexión y recepción de esas mismas “reflexiones” llevadas a cabo por otro ser, expresadas por otro estar que previamente ha percibido lo exógeno. El hombre necesita ser social, se concreta como dependiente, toma sentido el ser al poder admitir que es, sabiendo que ve el reflejo de otro ser que a su vez se afirma al reconocerse en otro, siendo capaz de definirse en base a un referente externo a el, solo esto lo afirma. Si depende de su reconocimiento, confirma su necesidad de comunicarse para si mismo a través del otro, el está para expresar lo que es, no puede estar sin ser ni ser sin estar. * El diálogo como vehículo.



El intercambio es inminente, es necesario compartir ideas y pensamientos, el ser se proyecta de la manera que desea ser visto,para ello hace uso de la comunicación como momento público de reconocimiento. Para poder expresar el ser como individualidad, debe existir una construcción previa de la identidad como rasgo caracterítico que define. Esta identidad a su vez se encuentra permeable a lo que encuentra en su exterior, se va componinedo por lo tanto de manera constante y diferente.


Esta instancia conforma un segundo nível de la ciudad, ese nivel de las relaciones de contacto de cada persona componente de la población con otra u otras, se integra por tanto esta capa de una serie de redes que empiezan a vincular a personas con gustos y/o intereses similares. Al generar estos lazos surge una fuerza de atracción que mantiene vivo el constante surgimiento de concentraciones.



Me prolongo. Esa identidad que me define es expresada de manera vaga por medio de las palabras, es vital el que hacer, esa forma en algunos casos tímida de dirigirme a las personas, en otros llena de risas, bastante ambigua e imprecisa,pero siempre muy dada a lo que se hace, que en el fondo termina siendo un desconocer parcial, ese deseo constante de seguir vislumbrando y descubriendo puntos extremos de relacionarse con otros. Empiezo a tejer mis redes con los demás al partir de un punto que enlazo con otro que se encontraba previamente vinculado al primero. Se confía en la fuerza que conecta a segundos con terceros.


Lo que es percibido por los sentidos es importante en la formación de una imágen de lo que es otra prolongación, ya sea que se formen una imágen mía o que me forme una imágen de alguien más.




El parque desde la percepción.


Se realiza una visita a un lugar que no había sido frecuentado nunca con el fin de permanecer, solo se veía como un lugar de tránsito cercano, por el cual se completan segmentos de un recorrido cotidiano, el ir de la un punto de encuentro a mi proximidad y viceversa. Cambia totalmente la percepción del lugar al poder sentirlo, no solo verlo. El relato del lugar se encuentra en este caso dominado por lo percibido a través del tacto, es dominante el frío que se siente y las pocas gotas de lluvia que caen llenan el ambiente de un álgido velo. Solo dan ganas de llegar a otro punto o de buscar refugiarse en algún lugar, no de permanecer en el parque, estas ansias hacen que no sea agradable estar allí, no se disfruta de las pocas zonas verdes que tiene, ni tampoco de la vista apreciable desde este punto.



Un lugar Abandonado.


Se pueden relacionar lo móvil y lo quieto de la proximidad con un lugar que se encuentre abondonado en la ciudad, para de esta manera generarle una nueva lectura y apropiación.


¿ Qué sucede si ese lugar abandonado es habitado solo por nuestros pensamientos? Es posible plantear un lugar "abandonado" en la ciudad, en este caso lo es el cielo, habitado solamente por nuestros pensamientos y nuestra visión. Es percibido solamente por uno de nuestros sentidos; la vista, este cielo no puede ser olido, no puede ser sentido, no puede ser palpado ni degustado.




Una vivencia de contrastes como el último momento de una construcción de ciudad.

Es posible generar una ciudad dada desde el contraste, basada en el positivo-negativo, en el posible-imposible. Se reconfigura esta nueva urbe en la que todo es posible, tanto el negro como el blanco, el público como el privado.






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